Era una época en la que tenía un millón de planes para mi vida, y mi cabeza volaba cada día pensando en como iba a realizar mis sueños, no contemplaba la posibilidad de que no se hicieran realidad.
Fue pasando el tiempo, y los pájaros fueron saliendo de mi cabeza, y mis sueños se fueron con ellos. La realidad acabo atrapándome y me quedé sin sueños, sin expectativas.
Y durante algunos años esto ha sido ha sido, creo que he deambulado por la vida sin mucha gloria, atrapada en lo que no pudo ser, ya que descubrí a lo que quería dedicarme demasiado tarde, y pensé que se había pasado mi momento. Todavía hoy pienso en como me hubiese gustado trabajar detrás de una cámara, pero ese sueño ya paso.
Hace unos años llegó a mi vida otra ilusión, y con ella mis ganas de volver a volar, de repente descubrí que me encantaba cocinar, y sobre todo me encanta la repostería, y soy feliz entre harina, huevos y chocolate. Por un momento pensé que era mi momento, que estaba vez atraparía los pájaros y no dejaría que se llevasen mí sueño. Pero tampoco pudo ser, por diferentes circunstancias aposté por otro sueño que no era el mío, y que al final tampoco salió, pero lo intentamos.
Y volví a quedarme con la sensación de que había pasado mi momento, que ya no quedaba nada de ese sueño, pero no es cierto,sigo disfrutando cada vez que me meto en la cocina con mis proyectos reposteros, me da vida. Y no quiero que ese sueño se muera sin haberlo intentado, esta vez quiero que si no se cumple mi sueño no sea porque no lo he peleado.
Se que ahora no puedo apostar tan fuerte como antes( hay que darle estabilidad a mi pequeño rey), pero sinceramente creo que tengo que buscar mi sitio, y si al final este sueño no se cumple que no sea por no haberlo intentado.
Supongo que ahora vienen días de pensar en como darle forma y ver exactamente como quiero enfocarlo, sólo espero que no me vuelva a atrapar la realidad y que esta vez al menos lo haya intentando antes, porque ahora si que creo que es mi última oportunidad.
